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VALLE HERMOSO, VALLE DE VIDA, VALLE PELIGROSO

EL LUGAR

A principios de abril de 2024, volví a Las Leñas, pero esta vez fue diferente. Las anteriores veces que fui, estaba enfocadísimo en aprender a pescar a ninfa, con las diferentes técnicas “europeas o de competición” que mi amigo e Instructor Fernando Mosso enseña por aquellos lugares.

Esta vez, la excusa, era acompañar a un amigo que andaba con ganas de instruirse, aprender y tomar una capacitación específica para achicar un poco la brecha que, muchas veces hay, entre los cursos que pueden brindar las Asociaciones en nuestra región y las situaciones de pesca reales que luego uno se encuentra.

Sinceramente fui a disfrutar del lugar, el cual realmente hace honor a su nombre y posee una belleza extraordinaria. Les diría con seguridad que hoy debe ser uno de los lugares top 3 del país como destino de pesca para aprender a ninfear, es más, me atrevo a ponerlo en el número 1.

El Valle se encuentra atravesado por dos ríos principales, el Cobre y el Tordillo, los cuales sobre el final se juntan para conformar el Río Grande, pero, además, hay montones de pequeños arroyitos, spring creek´s y diminutos sistemas de aguas que bajan de las diferentes montañas, que por supuesto tienen alimento y truchas.

La geografía es diferente a todo lo que en general estamos acostumbrados a ver en Patagonia norte y centro, principalmente por la apariencia agreste del lugar, sin vegetación alta y muy despojado, abierto, casi desértico por momentos, con decenas de montañas, picos, riscos y formaciones rocosas de todo tipo. Pero, si observamos con cuidado, veremos que hay pequeños arbustos y “vegas” que tapizan, por momentos, algunas zonas, que rompen con el grisáceo y terroso suelo. Pequeños oasis de vida, donde se refugian aves, lagartijas, mamíferos y vaya uno a saber la infinidad de insectos, ya que, si las condiciones lo permiten, sobre todo de viento, podremos ver eclosiones maravillosas de odonatos, tricópteros, efemerópteros y varios más. La riqueza insectívora es total. No hay casi piedra sobre la orilla que no esté inmensamente poblada de larvas. Impresiona y da fundamento a que los salmónidos se hayan adaptado a esas alturas y condiciones climáticas, pues tienen una cantidad y variedad de comida abrumadora, además de la calidad del agua, que en definitiva es la base de todo esto. El agua es vida, por eso preocupan los movimientos que desde hace unos meses se están dando sobre las mineras de la zona, previendo algún cambio de legislación positivo para sus actividades, pero completamente negativo para el ambiente. Mendoza está atenta, pero no los dejemos solos, el agua no se negocia, es vida, por más que creas que está lejos de tu casa, creeme que tiene más que ver con vos de lo que te imaginas. Esas áreas necesariamente deben ser protegidas y custodiadas, sin acciones que permitan la contaminación de los glaciares y ríos.

Para aquellos que no conocen, la zona de pesca tiene pocos meses de acceso, ya que se veda naturalmente con las nevadas y, además, los deshielos producen aguas oscuras que no nos permiten pescar. Digamos que recién sobre finales de enero, principios de febrero hasta finales de abril es que podemos acceder. El valle queda tapizado de nieve, lo cual debe ser un espectáculo maravilloso, pero que pocos tienen el privilegio de ver con seguridad.

Otra particularidad es lo que sucede en Las Leñas fuera de la temporada de nieve, ya que, si conocen este lugar por haber ido alguna vez a esquiar, ni se imaginan lo que es sin nieve: literalmente un pueblo fantasma. No queda negocio abierto, NADA, ni uno, mucho menos estación de servicio y toda la logística debe realizarse desde Malargüe, a unos 70kms de distancia. Es desértico, desolador, silencioso al extremo, agreste. Cuesta entender semejante inversión e infraestructura para que se convierta en un parque de diversiones de la nieve durante 4 meses, con suerte, al año.


LA PESCA

¿Cuál pesca amigo? Se ve que te pasaste de largo la primera parte, pues fuimos a CA-PA-CI-TAR-NOS y no a pescar. ¿No leíste la nota que hay en este blog y que se llama CAPACITARSE? Pues te invito sinceramente a leerla. Uno tiene que ir a estos lugares y situaciones olvidándose de la pesca. Si perdes el foco no logras conectar con lo esencial que fuiste a hacer que es APRENDER. Lo otro viene después.

Yo, había llevado más equipo de fotografía que de pesca, pero puse todos mis bártulos a disposición de Pit, el amigo en cuestión, para que pueda capacitarse y el Gordo nos colaboró con el resto.

El primer día nos tocó una condición climática muy áspera, con ráfagas de viento bastante importantes y nubosidad variable que complicaban el casteo, la proyección de las ninfas y la visibilidad en el agua. Pero, con la experiencia de Fernando en estos lugares, logramos sortear todas las dificultades que se presentaron, con una primera mañana de charla y clase muy didáctica y práctica. El tema principal, estuvo enfocado en el armado y preparación del equipo, la configuración de los diferentes sistemas y su correcto uso o límites de aplicación para las diferentes situaciones.

Para los que venimos del llano, de zonas urbanas como el AMBA, encontrar pequeños cursos de agua, para aprender y practicar las derivas correctas de nuestras moscas, es casi una tarea imposible. Si bien contamos con arroyos, canales y algunos espacios que podrían ser de utilidad, la imposibilidad de ver por debajo del agua, por la turbidez de esta, nos deja fuera de juego enseguida. Sumado a que, si bien tenemos pequeñas y medianas especies para pescar, al no tener salmónidos que nos colaboren en la toma de esas moscas, la fijación del conocimiento se complica. Es difícil comparar el comportamiento de las especies, más allá de la capacidad que tengamos o el conocimiento biológico, claramente no es lo mismo el comportamiento de un insecto y su depredador en el Río Samborombón que el que tiene quizás la misma familia de ese insecto en el Malleo con otro depredador.

Volviendo a la práctica de la deriva, realmente, ¿cómo hacemos?. Por eso capacitarse en los lugres y con las personas adecuadas, nos ayuda a achicar esa brecha, concentrarnos en lo que nosotros si podemos practicar en el pasto o en otros cursos de agua y luego ir con todo ese conocimiento al río y aumentar las chances de éxito.

Ese primer día, se iba con buenas capturas, muchísimas, de truchas arcoíris en un estado como pocas veces se pueden ver, bien comidas, de firmeza en su cuerpo y super agiles, incluso con el corte de una MUY buena, de esas que son trofeo en cualquier lado y que provocó la risa de Fernando y la mía al ver como Pit la clavaba y explotaba el tippet. Jamás se la esperó y pecó de ansioso, lo que nos ha pasado y seguirá pasando a todos.


TAN HERMOSO COMO PELIGROSO

El segundo día se nos presentaba con un clima muy adverso. Cuando digo adverso, créanme que, en este lugar, hay que tomarlo con muchísima seriedad. La ubicación del Valle, si bien es privilegiada para la pesca, también lo pone en un sitio muy peligroso cuando las condiciones climáticas cambian repentinamente y se forman tormentas de lluvia, viento y nieve.

Fernando nos advirtió que, si bien íbamos a poder entrar, si la tormenta comenzaba a descargar mucha agua, había que salir rápidamente para no pasar un mal momento ni ponernos en peligro, sobre todo en la subida de “los caracoles” en los que el barro es protagonista.

Al llegar al río, el viento nos hizo casi imposible la pesca, y digo casi porque utilizando una de las técnicas que el Gordo nos mostró el día anterior, salvamos el momento, practicando las derivas y poniendo a prueba el sistema en la mayor complejidad posible.

La llovizna llegaba y con ella la necesidad de movernos a otro sector, esperando que no escalara en intensidad, pero pudiendo practicar otra técnica en un hilito de agua, capturando unas marrones de ensueño y sobre todo comprendiendo la dinámica de algunas derivas y el comportamiento alimenticio de los peces en esos lugares, teniendo que pasar la mosca por zonas muy especificas y realizando cast de precisión absoluta. Pit conectó una marrón realmente impensada para el lugar, o por lo menos fuera de lo que uno creería que puede esperar de un hilo de agua que no tenía más que 60 centímetros de ancho y 70/80 de profundidad. Literal una zanjita.

Lamentablemente, la llovizna se transformo en lluvia intensa a mitad de la jornada y tuvimos que salir de raje, no hay que arriesgar nada en esos lugares y conviene prevenir antes que lamentar.

Esta huida rápida, nos regaló el contacto con una hembra joven de Condor Andino, que se alimentaba de un cordero muerto a la vera del camino, una experiencia maravillosa que voy a recordar por siempre, ya que me permitió acercarme muchísimo con mi cámara y fotografiarla un largo rato mientras comía. Las fotos las pueden encontrar en otra entrada de este blog que se llama ANDINO.

Por supuesto la trepada se puso complicada y el barro nos demostraba el porque uno tiene que estar atento y no regalar nada. Vuelvo a comentarles que no es joda tener una emergencia en estos lugares y que sin vehículos adecuados la podemos pasar muy mal, incluso poner en riesgo nuestra vida.

Una vez en la seguridad de Las Leñas, la capacitación continuó con una charla de Fernando sobre algunas cuestiones a tener en cuenta de las ninfas, las secas, el armado del equipo y la lectura correcta de aguas.


NIEVE

El tercer día, amanecimos con una temperatura completamente helada y muchísima nieve caída sobre los picos más altos de Las Leñas, regalándonos un espectáculo natural único. La lluvia del día anterior, con la baja de temperatura, había dado paso a la primera nevada de la temporada y con ella un manto blanco que cubría todo el camino a Valle Hermoso.

Nuevamente, la charla de seguridad, las recomendaciones de Fernando, las advertencias de lo que podríamos encontrar o las dificultades que tendríamos para entrar si se acumulaba nieve en algunas zonas. Transitar en esas condiciones en un vehículo 4×2 es suicida, en serio, hay que tener una 4×4 equipada, con todas las medidas de seguridad y rescate que hagan falta. Por suerte él la tiene y además posee el conocimiento de la zona para que todo transcurra con normalidad.

Antes de encarar el camino, pasamos, por supuesto, a comprar las tan esperadas tortas fritas, en el último puesto antes de salir de Las Leñas. De un sabor indescriptible por su ricura, son más peligrosas para nuestras arterias que mosquero en una promo de cuotas sin interés en un flyshop.

El paisaje a gran desierto blanco, deslumbraba, costando adivinar donde había camino o donde estaban los arroyitos que el día anterior habíamos visto. Todo era blanco intenso y el frío se hacía sentir en la cara, las veces que paramos a tomar alguna foto.

Ya desde el monolito que da entrada a Valle Hermoso, se podía advertir que la zona que pensábamos pescar, venía muy turbia, por lo tanto armamos un PLAN B y hasta un C, optando por el último y metiéndonos nuevamente en otro chorrito de agua con truchas demenciales, sinceramente, creo que nadie espera encontrar esos tamaños en aguas tan diminutas.

Eso sí, de sencillo no tiene nada pescar esas aguas, pues hay que caminar en modo gacela y castear como monje Shaolin y ni que hablar de la vista de Lince. Las truchas se esconden muy bien, sobre socavones, detrás de piedras, algas y a la sombra, haciendo casi imposible verlas.

Los cast deben ser muy precisos, pero además hay que configurar bien el sistema, pues un error en como cae nuestra mosca o en su navegación, que alerte a tan solo una de las truchas del pocito, alcanza para que todas entren en modo OFF y no tengamos forma de moverlas.

El día fue aprovechado al máximo para aprender tándem seca/ninfa con líneas de nylon, junto con las derivas de ambas moscas, el largo de cada ramal y la conveniencia o no de anular alguno dependiendo de la actividad, el comportamiento de los peces o hasta las condiciones de agua que encontremos.

Nuevamente Pit, tuvo una situación inmejorable para tentar a un verdadero monstruo, pero, más allá de que se movió varias veces para tomar la ninfa, no lograba concretar debido a la velocidad de la corriente. Más temprano, yo pude mover una arcoíris enorme en un pozo diminuto.

La tarde se nos fue, con algunas capturas de Fontinalis, este bellísimo pez que muchas veces lo sentimos mencionar como “trucha de arroyo” pero que no pertenece a ese género, si a la familia “salmonidade” y específicamente al género Salvelinus, especie S.fontinalis. Es uno de los cuatro “Char” de América del norte y que gusta de aguas heladas y muy oxigenadas.


¿LA TRUCHA CONTRA QUE PELEA?

El cuarto y último día de la capacitación de Pit, volvimos a un rinconcito del Valle que a mi particularmente me encanta y en donde ya habíamos estado el primer día. La idea era repasar conceptos y tener una charlita para unificar todo lo aprendido. Esto Pit no lo sabía, pero yo, después de tantos años de amistad y alguna que otra capacitación con el Gordo, me la vi venir.

Arrancamos armando dos sistemas diferentes, el dual nymph con hilo y un tándem seca/ninfa con línea de nylon. Fuimos repasando costuras de agua y cambiando de uno a otro a medida que las estructuras cambiaban y eran más aptas para cada sistema.

Fernando tomó la caña, charlamos un buen rato al borde del río y comenzaron las preguntas que todo Profesor suele hacerle a sus alumnos o aprendices para chequear con que grado de intensidad nos había llegado la información y que dudas teníamos, para, de esta manera, poder repasar lo que aun no quedara del todo claro. En un determinado momento, al explicar unas derivas, cuando convenía cruzarse o pescar más hacia arriba, Fernando, que tiene la costumbre de mover pescado cada vez que toca la caña, aunque vos hayas pasado cuatrocientas veces por el mismo lugar con tus ninfas, clava una Arcoíris muy buena, pero inmediatamente afloja el sistema y suelta hilo, muchísimo hilo, ante la mirada atónita de Pit que no entendía porque lo hacía, o sea la lógica indica que si perdes la tensión el pez se va. La trucha muy pancha seguía ahí, a unos metros nuestro, sin enloquecerse, sin nada hacia ningún lado. Pit desesperado, yo riéndome por dentro y el Gordo que hace la maravillosa pregunta “¿Contra que pelea el pez Pit? ¿Vos te pensas que la trucha sabe que acá hay un pescador que se llama Fernando, Walter, Matías o fulanito? No Pit, el pez pelea contra la tensión de algo que lo arrastra, no tiene ni idea de nuestra existencia, por ego decimos que pelea contra nosotros y en realidad somos nosotros peleando contra nuestro ego, ni siquiera contra el pez, porque si la perdemos nos duele, nos molesta a el no”. Pez bien clavado, en una zona no vital, no siente prácticamente dolor ni tampoco se le produce daño. Siempre dependerá de la especie y las artes utilizadas, pero créanme que ni se enteran hasta que nosotros no tensionamos y ahí se genera la pelea. No lo intenten en sus casas, porque no están preparados para matar su ego.

Fernando recobró la tensión en varias oportunidades y recién ahí la trucha “peleaba”, subiendo, bajando, cambiando de lado, pero al aflojar y pasar unos segundos, volvía a acomodarse en un lugar, quieta, sin preocuparse de que del otro lado hubiera un pescador. Finalmente la varó en la costa y quitamos el anzuelo.

Por la tarde, y antes de juntar todas las cosas he irnos, Fernando me dio el privilegio y oportunidad de “guiarlo” a Pit, caminando un rato el río juntos y marcándole algunas estructuras y truchas para que pudiera engañarlas con sus derivas. Un placer total poder “hacer pescar” a un amigo que aprecio tanto.

El sol cae rápido en la montaña, mientras que, en otros lugares, a las 18.00hs recién arranca lo mejor de la pesca, pero en el Valle comienza a apagarse, las aves vuelan a ocultarse y las truchas dejan de alimentarse firme, esperando a que llegue la noche, el frío hiele las costas y la penumbra de la noche pase rápido hasta que el próximo rayito de sol, encienda nuevamente el pulso de los insectos que dan vida a estos ríos maravillosos.

Una nueva experiencia Mendocina se me iba, con muchos conceptos refrescados y algunos nuevos que pondré en práctica en la primera oportunidad que se me presente, pues uno llega al río con lo que tiene, porque ahí, parados en la orilla, no aprendemos nada, lo hacemos después, cuando reflexionamos e interpretamos lo que nos sucedió durante la pesca y podemos corregir y mejorar la próxima vez que vayamos.

Seguiré volviendo cada vez que pueda, pues como dije al principio, debe ser el lugar TOP 1 de nuestro país para pescar con ninfas, es deslumbrante la cantidad y la calidad de truchas que posee, además de la infinidad de situaciones y técnicas que podemos aplicar.

Gracias Valle Hermoso por tratarme tan bien y por conectar conmigo, pues hace mucho me enseñaste a matar mi ego y a saber contra quien peleo yo…

M.M.d.l.C.

12 thoughts on “VALLE HERMOSO, VALLE DE VIDA, VALLE PELIGROSO”

  1. Gracias Mati, me encantó! …”por ego decimos que pelea contra nosotros y en realidad somos nosotros peleando contra nuestro ego, ni siquiera contra el pez, porque si la perdemos nos duele, nos molesta a el no”… tan cruel, tan justo y tan cierto que, aún sin estar pescando ahora mismo, duele igual. Abrazo!

  2. Que puedo decir Mati, espectacular como describiste todo amigo. Muchas gracias por querer y entender ese paraíso y por confiar siempre en mi trabajo. Te mando un abrazo enorme.

  3. Aparte del excelente relato Mati querido! Es una nota muy rica en información y conocimiento propio… Gracias por compartir con los lectores 🤝🏼🤝🏼

  4. Mati! Que buen post! Gracias por compartir tus palabras y experiencias, nos ayudas mucho a los que estamos del otro lado leyemdo y nos sirve para saber un poco más sobre esos lugares y ambientes tan maravillosos. A propósito, gran verdad en lo que mencionas, que importante es capacitarse, pero también es verdad que muchos no tenemos el dinero para contratar un guía o una capacitación y poder vivir esa experiencia que sin duda es fundamental. Por eso, te vuelvo a agradecer por las notas que compartis en las redes, las vivencias y experiencias, ya que, a demas del río, son las herramientas que tenemos y valoramos un gran puñado de mosqueros.

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