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CAPACITARSE

Los pescadores, así a secas, tenemos un montón de prejuicios en general. Para con el mundo. Así de amplia es la cosa. Dudamos de todo. La pesca a como la entiendo yo, tiene un componente atávico innegable. Está en nuestro gen de recolectores y cazadores; por eso tanta gente se vuelca a la actividad. También, esto, nos lleva a creer, que, como es una actividad casi innata del ser humano, no tengamos que recurrir a ninguna formación o aprendizaje a conciencia. Como si naciéramos pescadores y con eso bastara. Este sentimiento de omnipotencia nos limita enormemente y provoca que nos estanquemos, que nos quedemos con lo que sabemos y fin. Pero además de eso, nos lleva a algo que también es atávico: hablar por hablar de cosas que no sabemos y opinar de ellas sin fundamento alguno.

La pesca con mosca, por supuesto, no es ajena a esto. Muchas veces, cuando respondía los mensajes que nos enviaban en las redes sociales de la APPM, me encontraba con personas que se interesaban en aprender la técnica, pero al pasarles el costo de un curso, esgrimían infinidad de excusas para no anotarse. Y no se trata de una cuestión monetaria ya que los cursos tienen un valor literalmente simbólico* y además en La Plata nos conocemos todos. Muy por el contrario, la barrera no es el valor, sino el hecho de tener que pagar para que te enseñen una técnica de pesca. “Como voy a pagar para que me enseñen a pescar, a mí, que pesco tiburones con mojarrero en la zanja de en frente de lo de mi abuela Pepa desde los 5 años”. Argentino en su máxima expresión: “me las sé todas”.

Bien, si llegaste hasta acá, quizás te hayas sentido identificado en algo, la idea era incomodarte, bienvenido a mi mundo.

*Al momento de escribir esta nota, un curso de casteo de 8 clases teóricas y 8 clases prácticas, 2 horas cada clase, cuesta 15.000 pesos. Un instructor particular tiene un costo de 4.000 a 6.000 pesos la hora.


PESCA CON MOSCA

Una vez que se rompe el prejuicio de que los pescadores con mosca somos todos adultos mayores, que manejamos una Land Rover verde, que vestimos un traje extraño que nos permite meternos al agua, con un chaleco color caqui repleto de artilugios y una gorra a cuadrillé, que caga a latigazos el agua mientras fuma una pipa, se nos presenta un mundo maravilloso. La técnica en sí, nos conecta, por las herramientas que utilizamos, de manera muy primitiva y directa con los peces. No voy a entrar en detalles, no es una nota sobre como iniciarse sino sobre como seguir aprendiendo. Ahora bien, ya sabemos pescar con mosca, o eso creemos… ¿qué sigue?

En general se nos presentan dos opciones muy marcadas: una es ir aprendiendo sobre técnicas de pesca, de lo que nos pueda enseñar algún amigo o en mi caso, de Asociaciones tan pujantes y dinámicas como la APPM, en esos viajes maravillosos y multitudinarios que emprendemos entre amigos. La otra es acortar un poco la distancia y contratar un guía para que nos haga sacar pescados y quizás, nos enseñe algo. Y no se enojen los guías amigos, su función es hacerte pescar, si te pueden enseñar algo, mejor, pero en general tampoco es que están tan capacitados para transmitirte grandes enseñanzas. Repito, no se enojen. Es mi experiencia. La mayoría son conocedores de su zona, de sus ríos y lo que por allí pasa, que muchas veces, no es aplicable a otros lugares; pero además cada uno tiene su manera y su técnica preferida. Muchos no han salido del curso inicial de sus cámaras o asociaciones de guías, es decir, se han quedado ahí y más allá de nutrirse de cada nuevo pescador que acompañan al río, no hay un aprendizaje ordenado y sistemático. Más allá de que hoy se ven algunos guías juntarse y contratar Instructores para aprender nuevas cosas, pero falta mucho camino por recorrer. Es solo describir la realidad, no estoy diciendo nada que no ocurra, aunque por supuesto siempre hay particularidades, como la que mencioné anteriormente.

La pesca se va poniendo cada vez más exigente. Los ambientes, por la presión, se vuelven más técnicos y esto requiere ir aprendiendo nuevos conceptos, pero por sobre todo, saber cómo aplicarlos.

Hasta aquí el derrotero clásico que uno tenía en esta actividad. Pero, de un tiempo a esta parte, quizás con la aparición de las redes sociales y su masividad, fueron presentándonos otras opciones. Algunas humo líquido, literal. Otra vez: que se enoje el que se enoje. Yo vengo a describir una realidad, con subjetividad por supuesto, es mi opinión, que contrapongo con datos, información y formación. Dejo abierto el debate para el que quiera discutir sobre estas cosas. No se puede tapar el sol con un harnero, dice el dicho popular.

Dentro de todas estas opciones de “gurúes” de la pesca, uno debe aprender a diferenciar los que realmente sirven y los que vienen a traernos soluciones mágicas a un problema inexistente. Claro que no es fácil. Sobre todo, para los que somos más nuevitos en la actividad, ya que solemos “comernos el verso”. Pero dejando de lado estas situaciones, vamos por las positivas, es decir cruzarnos con esos tipos que realmente nos traen herramientas serias, formación ordenada y aprendizaje sistemático. En mi caso personal, tuve la suerte de caer en manos de quien para mí es uno de los formadores más grandes que tiene la actividad en nuestro país en la actualidad; el atador y pescador profesional Rubén Martín; de quien podría hacer un libro de todo lo que aprendí, conocí y por sobre todo compartí y comparto con él. Un ser maravilloso. Inteligente. Agudo de pensamiento. Un intelectual y una de las personas más preparadas que tuve la suerte de conocer en esto. Pero más allá de la pesca, porque Rubén es un tipo que sabe tanto de filosofía, psicología, sociología y ciencias sociales en general, como de música; de la de verdad. A él no le gusta que digamos que somos sus “alumnos”, por que eso significa que no tenemos luz y el considera que un Maestro, Profesor o esa persona que intenta transmitir conocimiento a otros, jamás debe ponerse en el papel de creer o considerar que el otro no tiene luz. Al contrario. El proceso educativo moderno está plagado de estas cuestiones que han mejorado y por mucho la transmisión de conocimiento. En fin, se que se va a enojar por esto, pero también sé que él me respeta así como soy de directo, así que Profe… GRACIAS. Por cada segundo que le has dedicado a formarme.

En este camino personal, del querer saber y aprender, también conocí a otras personas. Una que realmente cambió mi pesca al igual que Rubén, ha sido Fernando Mosso. No hace falta que agregue sus cucardas y diplomas. Un tipo totalmente formado, con muchísimas horas de capacitación en los mejores lugares del mundo y que ha tenido que demostrar contra sus pares esos conocimientos y habilidades, rindiendo un Master y varias cosas más en países como Estados Unidos y España.

También conocí de los otros. Algunos me han dejado algo, otros se han llevado la plata simplemente. Sin remate.

INTRODUCCIÓN, NUDO Y DESENLACE

Acá es donde vamos al grano de esta nota, porque hace un tiempo, tomando una capacitación con Mosso, es donde surgió una charla muy interesante y una pregunta: ¿El pescador con mosca, sabe realmente diferenciar una capacitación de una guiada? Y esa dio paso a otras como: ¿Qué es una guiada? ¿Qué es una capacitación? ¿Qué implica cada una de ellas? ¿Qué diferencias hay?

Recuerden que solo es una opinión, acá no hay “publinota” para nadie ni nada por el estilo. Soy libre de escribir lo que se me viene a la cabeza . A mí no me paga nadie ni me dice nadie que poner. No recibo ninguna dadiva, descuento o intercambio comercial por contar lo que vivo en cada salida. Mi único sponsor es mi mamá y todas las herramientas que junto a mi padre me dieron para valerme por mi mismo en la vida, estudiar y laburar 24/7 para lograr mis objetivos y sueños. Así de sencilla la cosa. Vale la aclaración porque el publico se renueva, pero la envidia mala sigue quedando.

¿Qué es una capacitación?

Ni más ni menos que un proceso que nos permite adquirir o reafirmar ciertos conocimientos. Como todo proceso, para que sea efectivo, debe ser ordenado. Es decir que uno a la hora de capacitarse sobre algo, debe asumir que hay un plan, una manera, un método, un programa, una guía, un esquema que nos lleve del punto A al B. Uno a la hora de capacitarse o tomar un curso sobre algo de nuestro interés, investiga, lee, se asesora. Ya sea por cuestiones profesionales o hobby. Bien, cuando se trata de las primeras no hay tanta discusión, ahora cuando el hobby entra en la jugada, arrancan los pruritos. ¿Si van a tomar clases para mejorar su swing en golf, forjar acero para cuchillos o perfeccionar el golpe de tenis, porque hay tanta historia con tomar una capacitación en técnicas de pesca o atado? No lo sé, de verdad.

No voy a entrar en detalles de quienes están en condiciones o no de realizar, dictar o dar una capacitación. Estamos grandes. Cada uno elige su camino. Evalúen Uds., les recuerdo que no es publinota. Sí, puedo dar algunos parámetros que yo tomo a la hora de elegir una opción sobre la otra. Al elegir los cursos que yo voy a tomar, además de definir que es lo que quiero mejorar o aprender, evaluó, por supuesto, la capacidad de la persona que me lo va a dar. Que condiciones tiene, que temario maneja, modalidad, costo, lugar donde se dicta, etc. Luego de contactar e interiorizarme del programa o temática a desarrollar, comienza el juego y el intercambio con el Instructor sobre, que equipos llevar, que elementos no deben faltar, etc. Una vez que estoy en la capacitación, pongo mi escaso intelecto en función de tomar todo aquello que me llegue y me esfuerzo para cumplir los objetivos. A veces se logra, otras no. No hay que frustrarse y seguir intentando.

En las que pude hacer yo, me encontré con de todo. En algunas el nivel fue superlativo, tanto en atado como en técnicas de pesca. Realmente no solo aprendí, sino que achiqué muchísimo el camino que suele haber entre el atador, el pescador, la morsa, las cañas y la pesca. Otras para el olvido.

Como ejemplos positivos, las clases de atado de Rubén Martín. Llevo 5 años completos realizándolas, ya perdí la cuenta de cuantas horas de capacitación recibí, pero calculemos a groso modo unas 200 clases de 2hs de duración en promedio, más el material escrito, más las consultas particulares que suelo hacerle, más aplicación en terreno de lo aprendido. Sin exagerar deben ser unas 500 horas de especialización o capacitación. Digamos que muy por encima del promedio de lo que podría considerarse lógico o standard para un hobby. La dinámica es muy piola. Clases que se dictan en vivo por YouTube y con grupos cerrados de Facebook. Podes ver la clase cuantas veces necesites y el nivel de explicación de las mismas y desarrollo es realmente increíble. Hacer sus cursos, fue la mejor decisión que tomé en la pesca con mosca, por lejos.

Por otra parte, las capacitaciones de Fernando, tienen que ver con las tecnicas de casteo y la aplicación de técnicas de pesca en sí y son presenciales. Opciones hay varias. Desde técnicas de ninfas europeas en tensión a modernas técnicas de suspensión o pesca con indicadores, secas y manejo de leaders larguísimos, pasando por configuración de equipos o prepararse para rendir un examen como Instructor, ya sea dentro del país o afuera. También arma programas para rendir diferentes exámenes de su escuela o de otras, dentro y fuera del país. Según lo que uno quiera mejorar, será donde se desarrolle dicha capacitación. Área de Mendoza Capital, Valle Hermoso, Trolope, Patagonia Norte, Centro y Sur o incluso la posibilidad de participar de clínicas o capacitaciones para Guías, Instructores y afines en diferentes puntos del país. La dinámica también es muy piola. Coordinas 3 o 4 días de trabajo y vas desarrollando un temario amplísimo, yendo de menor a mayor. Si la capacitación lo requiere, también se puede poner en practica inmediatamente en el río. OJO, no confundir con una guiada. Esto es otra cosa. Fernando no te hace sacar pescados, sino que te enseña diferentes técnicas que te permitirán a vos utilizarlas como herramientas para mejorar tus capturas y posibilidades a lo largo de toda tu vida como pescador, no solo para salir del paso en un momento determinado.

¿Qué es una guiada?

Pues claramente a como la entiendo y la he vivido yo, otra cosa diferente, muy diferente a una capacitación. También tengo algunas horitas invertidas en esto y en diferentes lugares, ya sea un flat en el Caribe, un río en el Sur o pescas electrizantes en el Paraná y sus tributarios. El primer objetivo de una guiada es pescar. Y si para eso tenes que poner una miga de pan en la mosca, un cascarudo o una lombriz, lo hacemos. No me vengan ahora con pavadas y a asombrarse, ORKOS somos todos, solo hay que tener la posibilidad. Se desarrollan de otra manera y dividiría en dos la cuestión: vadeo y flotada (embarcación).

En el caso de la pesca de vadeo, puede ser desde ir en busca de unas Tarariras en una laguna bonaerense, pasando por las Carpas, los Dorados o las Truchas, pero también en alguna Albufera o Costa de nuestro Mar Argentino o Caribe. Posibilidades a montones.

En el caso de la pesca desde una embarcación, podremos estar flotando un río Patagónico o Norteño, hasta derivando con un eléctrico unos palos en el Paraná.

La idea fuerza siempre es pescar y eso nos moviliza para contratar tal o cual opción. Las evaluaciones que hacemos también son varias. Desde disponibilidad de fechas, capacidad del guía, tipo de experiencia/alojamiento, especie, etc. El servicio es de pesca, principalmente, más allá de que podemos aprender alguna cuestión puntual, pero es claramente orientado hacia la pesca y no una enseñanza ordenada y a conciencia. Esto no quiere decir que uno no se lleve nada de aprendizaje, pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

Por otra parte, no todos los guías son “expertos” en esta modalidad, muchos tan solo vaqueanos del lugar. Por eso consejo sano: duden de todo. Conozco muchos guías que no tienen la mínima idea de entomología en el Sur, pero clavan pescados a lo loco. También de los que conocen mucho de navegación pero tienen un pésimo servicio de guiada o desconocimiento total sobre cuestiones técnicas de nuestros equipos que pueden hacer el éxito de la salida o lo que es peor, sobre la alimentación de los peces en general y comportamiento, y hasta los hay de los que tienen la ropita de moda, la gorrita “que va” y las medias de red, pero no tienen un Handy, radio VHF o sistema de comunicación de emergencia ante una eventualidad y mucho menos una pinza para cortar anzuelos incrustados en la piel del cliente.

Entonces, ¿qué elijo?

Lo que te haga más feliz. Así de simple. No todos le dedicamos el mismo tiempo e intensidad a esto, por lo tanto, no hay dos personas iguales ni que prefieran lo mismo, cada uno elige su camino. Dependerá de muchísimos factores que debemos analizar detenidamente, porque lo que me sirve a mí, quizás al otro no.

Si tuviera que orientar a alguien, diría que los pasos a seguir podrían ser:

  1. Curso de casteo. Vital. Sin esto es muy difícil tener éxito. Autodidactas hay muy pocos, yo no soy uno de ellos.
  2. Curso o capacitación de atado. Importante para quienes desean evolucionar en este concepto del ATADOR/PESCADOR y quieran sentir esa hermosa satisfacción de pescar con sus mosquitas.
  3. Curso o capacitación en técnicas de pesca. Ese que nos permite unificar los dos anteriores y achicar años de frustraciones en el río.
  4. Si estas muy inquieto, una capacitación en técnicas de casteo avanzadas.
  5. Preparación especifica para ser guía de pesca en determinada zona o para ser Instructor de pesca con mosca.
  6. Guiarte las veces que puedas y quieras, en definitiva, estamos en esto para pescar, a mi no me alcanza con “estar pescando”, yo quiero al pez en mis manos. Bilardista en todo.
  7. Los que se comió Gimnasia el 15 de octubre de 2006 frente a Estudiantes.

Esto es solo una experiencia personal mía, no es la verdad revelada, solo MI EXPERIENCIA. Yo no vengo a evangelizar a nadie, elijan su propia aventura, pero recuerden algo que suele decir Fernando Mosso: “Uno llega al río con lo que tiene”. Esto no solo hace referencia a nuestras técnicas de casteo, equipos o indumentaria, sino que también a las moscas, tippet, cables de acero, etc. Es todo. Por lo tanto, mientras más preparados estemos, mayores serán nuestras posibilidades de éxito.

Para cerrar, no olvidemos que esto es pesca, ese sentimiento visceral que no le podemos explicar a nadie que no practique esta actividad, por lo tanto, quienes deciden nuestro destino, son peces debajo del agua, en su medio, los cuales en palabras de Rubén Martín “están cada uno en su plan de negocio, unos se alimentan de una manera y otros de otra, hay que tener una mirada holística y entender a todo, como un TODO”.

Sé que a la generación “YouTube” esto no les va a gustar, pero HAGAN UN CURSO PAGO.

M.M.d.l.C.

11 thoughts on “CAPACITARSE”

  1. Primeramente buenos días soy pablo de iraola de pinamar principiante en la pesca con mosca , y guía de pejerrey con boyas hace años. En relación a les pesca con mosca no puedo opinar no me considero formado!
    Pero la parte de guiada hablaste de una gran verdad nadie apunta a las medidas de seguridad necesarios como botiquín comunicación q no pierda alcance y señal hasta los elementos básicos para navegar como q seamos timonel recibidos como minimo!
    Creo y entiendo por q lo aplico q es la menera de garantizar una salida de pesca segura y divertida. Y ante un accidente q siempre puede suceder aun teniendo cuidados poder atenderlos y contenerlos hasta q se deriven!
    Deberíamos los pescadores, guías, empresario apuntar a construir un guiada más segura y nosotros más formados y capacitados
    Por último agradecerte Matías por contar tu experiencia , formar, debatir . le agrego no están solo los bueno o malos formadores! Sino tmb los q estudiaron saben y se llaman silencio sin dejarle a la pesca algo de lo q tanto les dio!
    Abrazo mati!

  2. Que loco! Ya que te gusta tanto escribir. Te dejo una linda definición. Que se aprende antes de pescar….

    La soberbia es una característica personal o una actitud de la persona que cree tener una posición de superioridad o de privilegios frente a los demás. También podríamos referirnos a una persona arrogante, altiva, vanidosa o prepotente. (Mi propia experiencia) 😉

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